Desayuna SIEMPRE y cena ligero:

Además de necesaria, la primera comida del día tiene un efecto anti-kilos. Sin ella no dispones de energía, pero es que además si comes a primera hora tu metabolismo se activa, empieza a quemar antes y más rápido y ese efecto dura varias horas. Un desayuno completo también evita bajadas de glucosa a media mañana que te empujen a picar cualquier capricho hipercalórico. Y de la misma manera que no conviene salir de casa sin desayunar (no debe pasar más de 1/2 hora desde que te levantas hasta que desayunas), tampoco debemos cenar de una forma copiosa.

Ten en cuenta que mientras duermes segregas hormona del crecimiento (que transforma la grasa en músculo), pero si comes mucho no se liberan los niveles adecuados, con lo que acumularás más cantidad de grasa

Procura dormir justo lo que necesites, ni más ni menos. Tanto si descansas menos de 5 horas cada noche como si superas de largo las 8 horas recomendadas tienes más tendencia a acumular grasa abdominal. Y es que no dormir el tiempo adecuado, ya sea por exceso o por defecto, provoca alteraciones en la insulina, de forma que el cuerpo te pide glucosa y caes fácilmente en la tentación de caprichos demasiado dulces y grasos. Además, levantarse de noche y «picar algo» te engorda más que si eso mismo lo comes de día porque el organismo se halla en una fase de ahorro energético y quema muy poco

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